La era de la computación y las telecomunicaciones facilitan el trabajo de las personas.
Siempre hay un ser humano detrás de una máquina o, ¿es posible que en un futuro cercano ya no sea así? La tecnología avanza aceleradamente y, como lo señaló en los años setenta Alvin Toffler, existe un desfase entre lo que la ciencia ha evolucionado, tras los descubrimientos tecnológicos, y el uso que le han dado y actualmente le dan los seres humanos.
En las comunicaciones, el tiempo se ha comprimido en las últimas décadas, por no decir años. En este campo, los avances han sido innumerables; por ejemplo, hace apenas 30 años el correo recurría a las nostálgicas cartas escritas a mano o por medio de las extintas máquinas de escribir, enviadas en sobres de papel. Por correo también se entregaban documentos físicos, quizás lo más inmediato, en ese entonces, eran los facsímil y los localizadores personales.
La cibernética y la robótica, de la mano con la nanoelectrónica, construyen ahora robots capaces de realizar con mayor precisión y celeridad el trabajo que antes lo hacían cientos de hombres y mujeres. Adam Shaff alertaba por ello del paro estructural. Un día las máquinas sustituirán a los obreros en las fábricas, ¿cuál será entonces el destino de las personas?
A través del Internet, la telefonía celular, la nanotecnología lo que antes duraba días, incluso semanas toma ahora minutos, tal vez segundos en conocerse, lo cual es positivo. El capitalismo y el consumismo han inundado al mundo de tecnología, la difusión de aparatos telefónicos ha sido exorbitante. Se estima que hay más de seis mil millones de celulares en el mundo, equivalente al 82 por ciento de la población. Se vive en la era de la inmediatez y del desecho, la obsolescencia se abre paso, ya que el tiempo y el consumo redunda en dinero.
La era de la computación y las telecomunicaciones vinieron a facilitar el trabajo de los seres humanos, pero también pusieron en riesgo el accionar de estos, ya que aspectos éticos y humanos requieren ser analizados y discutidos, para resguardo y pervivencia de la especie. ¿Cómo hacer uso conveniente de esos adelantos?, ¿qué impacto producirá su uso desmedido?, ¿cómo serán las relaciones humanas?, ¿cuál será el futuro de la humanidad?
Emails, Faceboock, Twitter, anglicismos que invaden el lenguaje cotidiano de millones de personas en el mundo, transformando su accionar con actitudes insospechadas. Como toda herramienta, el Internet puede dotar de beneficios, pero si su uso es inadecuado, también puede ser peligroso.
