La Policía británica tildó de significativas las detenciones hechas en la investigación de la explosión en Mánchester, mientras Londres trasladó a Washington su malestar por las filtraciones sobre el caso, ante lo cual Donald Trump exigió una pesquisa.
Mánchester y el resto del país se detuvieron para hacer 1 minuto de silencio en homenaje a los 22 fallecidos y, según una revisión al alza del balance, 75 heridos. Una parte de estos recibió la visita de la reina Isabel II, que se desplazó al centro pediátrico Royal Manchester Children’s Hospital.
“Las capturas que hemos efectuado son significativas, y los primeros registros de los lugares han aportado objetos que creemos que son de gran importancia para la investigación”, expresó el comandante de la Policía de Mánchester, Ian Hopkins.
Dos hombres más han sido aprehendidos, elevando a ocho el total que están detenidos en el Reino Unido, más el padre y el hermano del principal sospechoso de colocar la bomba,
Salam Abedi, muerto en el ataque, quienes fueron arrestados en Libia.
Mientras, el Gobierno libio de Unión Nacional manifestó que cooperará de forma intensiva y estrecha con las autoridades británicas en la averiguación del atentado.