El mandatario Michel Temer afirmó que pecó de ingenuo al recibir al empresario que lo grabó secretamente manteniendo una conversación comprometedora y reiteró que no renunciaría, porque eso sería admitir su culpabilidad en el escándalo que tiene en vilo a Brasil.
“Ingenuidad. Fui ingenuo al recibir a una persona en aquel momento”, expresó Temer en una entrevista publicada ayer por el diario Folha de S.Paulo. El jefe de Estado recibió el 7 de marzo en su residencia en Brasilia a Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS, sin dejar constancia de ese encuentro en su agenda oficial.
Batista grabó la plática y la entregó a la Justicia, en el marco de un acuerdo de delación premiada. El Supremo Tribunal Federal abrió una pesquisa sobre el caso.