La forma en que los guatemaltecos nos hemos identificado ha sufrido un proceso de modernización que en diciembre cumplirá 12 años, desde que se publicara en este matutino la Ley del Registro Nacional de las Personas (Renap), con el Decreto 90-2005.
Con la llegada del siglo XXI se hizo imperante la necesidad de dejar atrás la cédula de vecindad, la cual, según consigna, era poco confiable, pues podía ser falsificada fácilmente, por lo que la normativa jurídica que regula la documentación de los ciudadanos debía adaptarse a “los avances tecnológicos de las ciencias y la natural evolución de las costumbres”.
Asimismo, ello correspondía al cumplimiento del Acuerdo de Paz sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, que exigía la actualización del sistema de empadronamiento para ejercer el derecho universal de elegir y ser electo para cualquier cargo público.
El Decreto en cuestión dictaminó la creación del Documento Personal de Identificación (DPI) y estableció que la cédula se utilizaría por última vez en el evento electoral de 2007, y a partir de esa fecha debería sustituirse por el DPI, para lo cual se dejó un lapso de 2 años. Es decir, que el proceso habría de cumplirse en 2009.
No obstante, pocos hicieron los trámites en tiempo, por lo que al llegar a la fecha límite la mayoría de los guatemaltecos quedarían indocumentados y, por ende, sin derecho a votar.
De esa cuenta, en 2010 el Legislativo modificó la normativa en cuestión para mantener su vigencia para los comicios de 2011, y fijó su retiro total para enero de 2013. En ese momento, una nueva reforma extendió su validez, hasta que, el 24 de agosto de ese año, la Corte de Constitucionalidad decidió no otorgar más prórrogas, y finalmente esta desapareció.
De ese entonces para acá, el Renap ha lidiado con una sobredemanda que ha causado retraso en la emisión, mientras que alrededor de 134 mil 800 DPI continúan en las sedes de esa institución, pues sus dueños no los han recogido.
A la fecha, esta entidad trabaja a todo vapor los 7 días de la semana en turnos de 22 horas, y gracias al préstamo de un equipo especial imprimirá entre 14 y 16 mil carnés diarios, para que en un lapso de 30 días se puedan emitir 409 mil 796 que se encuentran pendientes, con lo cual se dará respuesta a los requerimientos de la población. Después de ello, la entrega se hará en un máximo de 6 días, con lo que la modernización de los sistemas estará completa.