Con el objetivo de que las pruebas balísticas que son recabadas en escenas del crimen tengan un mayor índice de pureza, lo cual permita conocer la identidad de las personas que han accionado un arma de fuego, personal del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), Ministerio Público (MP), cartera de Gobernación y el Organismo Judicial (OJ) se especializaron en “el análisis de residuos fulminantes en manos por microscopía electrónica de barrido”.
Ese método tarda entre 4 y 5 horas en dar resultados y establece la composición química, morfología y tamaño de las partículas detectadas en individuos que han disparado, lo cual se puede convertir en una prueba madre para fortalecer una acusación.
Nery Medina, presidente del poder judicial, dijo que es necesaria la implementación de nuevas herramientas que contribuyan a mejorar el trabajo de los tribunales.
Investigadores y peritos
De acuerdo con los registros de las instancias involucradas en la estrategia, 256, entre trabajadores de la División Especializada en Investigación Criminal, del MP y del OJ, fueron capacitados en ese tema, con la finalidad de que se involucren en las innovaciones que son útiles en el desarrollo de un proceso o un juicio.
El Microscopio Electrónico de Barrido fue adquirido por el Inacif en 2011, por la necesidad de emitir medios probatorios exactos, precisos y reproducibles, que puedan utilizarse como apoyo a las entidades de Justicia en el esclarecimiento de delitos en los que se emplean este tipo de artefactos.
Pesquisas profundas
Los crímenes asociados con la utilización de armas requiere de una exhaustiva labor, la cual debe incluir la identificación y caracterización de vestigios de fulminantes determinados en el dorso de las manos de posibles sospechosos.
Una gran variedad de técnicas analíticas han sido utilizadas en el ámbito forense para determinar la cantidad de plomo, bario y antimonio.
La pistola calibre 9 milímetros, el revólver 38 especial y escopeta calibre 12, son las más usadas en hechos delictivos.