El personaje Jimmy McGill es el actor Bob Odenkirk, o Bob es Jimmy; el orden no importa cuando sepa que ellos se convertirán en el gran Saul Goodman. Ese abogado de moral disoluta, que tanto amamos/odiamos en la serie Breaking Bad, tiene su propio show: Better Call Saul y se encuentra en su tercera temporada. Cada martes, Netflix nos otorga un episodio nuevo de este spin off (es decir, serie nacida de otra producción) en el que nos cuentan la transformación del abogado bonachón y voluntarioso Jimmy en el corrupto y cínico abogado Saul.
Considero que lo mejor que un drama puede ofrecer es la evolución palpable de un personaje y esta serie nos lo vende. No es un obstáculo si usted no vio Breaking Bad, pues la serie es independiente en contenido y es una colección de eventos que anteceden a la producción de la dupla White/Pinkman. Sin embargo, si conoce la historia creada por Vince Gilligan encontrará personajes y elementos conocidos por usted, y será como abrir una caja de sorpresas agradables aunque imperceptibles e inocuas para el espectador recién llegado.
[Saul a un adolescente recién arrestado por robo] “¡No digás nada!, ¿me entendés? Mejor conseguite un abogado. ¡Conseguite un abogado!…
Adentrándome en el personaje, sé que el público no tardará en querer reclamarle a Jimmy esa constante necesidad que él tiene de boicotear su carrera. El deseo inconsciente de Jimmy de ir por el mundo llevado por el mal, termina por sabotear cada oportunidad que el destino le da. Estoy seguro que no sabrá cómo justificar sus actos, si se lo preguntamos. Él es esa persona que conocemos (siempre hay alguien así cerca) que toma decisiones guiadas por el impulso más que por un ejercicio de preponderar con razón en mano.
Aunque queremos que a Jimmy le vaya bien en su vida, sabemos que se convertirá en un uróboro, una serpiente que se come a sí misma por siempre. Resulta un espectáculo triste para nosotros porque después de todo es un buen sujeto, aunque muy en el fondo. Nos percatamos entonces que el talento de Jimmy es su peor enemigo. Él habita esa línea gris que se encuentra en la legislación del mundo, un aparente mal necesario.
Sí, esta es una apología a Jimmy McGill/Saul Goodman y la justifico por el entorno que transformó a este abogado en un corrupto, es el resultado de un sistema que solo protege al que tiene dinero. Es decir, luego de una adolescencia descarriada, Jimmy evoluciona y busca ser un abogado honesto, pero la sociedad no lo deja y lo amarra. Entonces, a Jimmy solo le queda usar el talento de salirse con la suya ante las “injusticias legales” de la vida y evadir responsabilidades con la ley, sus amigos y consigo mismo. No sé si es un caso perdido, pero es el abogado que quisiera tener a mi lado si de mala suerte termino en tribunales: You know… if you doubt, better call Saul!
