El presidente chino Xi Jinping se presentó ayer como un baluarte contra el proteccionismo frente a un grupo de jefes de Estado reunido en Pekín para celebrar su proyecto de Nuevas Rutas de la Seda.
“La globalización afronta vientos contrarios”, afirmó el líder del régimen comunista en el segundo día de un encuentro en el que participaron cerca de 30 dirigentes mundiales, entre ellos los presidentes ruso y turco, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan.
El comunicado final difundido indicó que los países participantes “rechazan cualquier forma de proteccionismo”.
Xi lanzó en 2013 la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, un conjunto de proyectos de infraestructura, con el fin de acercar Asia a Europa y a África, al igual que las caravanas que cruzaban Asia Central durante la Antigüedad.
“Tenemos que buscar resultados a través de una apertura y una cooperación más importantes (…) y rechazar el proteccionismo”, declaró el presidente chino, cuyo país es a menudo objeto de críticas de los territorios occidentales que acusan al gigante asiático de favorecer a sus empresas en el mercado interior.
Después de acusar a China de “robar” millones de empleos a EE. UU., durante su campaña electoral, Trump ha resultado ser mucho menos agresivo desde su llegada a la Casa Blanca, y anunció incluso la semana pasada la firma de un tratado comercial con Pekín sobre la carne, el gas natural y servicios financieros.