El estudio de la propagación de ideas por medio de las redes sociales se denomina Ingeniería social.
Se habrá preguntado el apreciable lector qué pasó con aquel movimiento masivo de repudio a la corrupción que se gestó hace 2 años. Mañana se cumplen 2 años de la marcha que partió del campus central de la Universidad de San Carlos, a tan solo 21 días de la primera presencia en la Plaza, que logró reunir a estudiantes de 2 de las universidades privadas.
El fenómeno social fue memorable. Desde ese día y en forma continuada, durante 16 sábados se produjo la cita en las Plazas, ya no fue únicamente en la capital. Se llegó a aquella marcha del jueves 27 de agosto que aglutinó a la mayor cantidad de guatemaltecos en las calles del centro capitalino como no se había producido en más de 7 décadas. El punto de comparación del que se tiene documentación son las jornadas de 1944.
El estudio científico de la propagación de ideas por medio de las redes sociales se denomina Ingeniería social. El uso de Internet en nuestro país ha tenido un rápido crecimiento. Se considera válido señalar que su utilización se propagó a partir de 1995. Nueve años más tarde, el Banco Mundial efectuó una de las primeras mediciones de usuarios, concluyendo en un 5 por ciento de la población. Diez años más tarde se estimaría en 22 y para 2016 se calculó en 33 por ciento, es decir 5.3 millones de los 16 millones de guatemaltecos.
Nunca como ahora la dispersión de ideas encuentra un terreno tan conveniente como el de las redes sociales. En ellas muchos de los internautas (participantes) son analistas, críticos severos, eruditos, jueces y, más aún, son verdugos de esa realidad virtual sometida al escrutinio del momento que compite con el entorno fuera de las redes. El Instituto Politécnico Rensselaer en Nueva York, ha sistematizado estudios desde 2001 para determinar el punto de inclinación en el que una idea pasa de una minoría a constituirse en una creencia de la mayoría. El resultado para aquella sociedad, es sorprendente. A penas el 10 por ciento de los participantes alrededor de tal idea.
Se recordará que aquellas concentraciones tuvieron su génesis en las redes sociales. #RenunciaYa, fue la etiqueta que se adueñó del colectivo, hasta llegar a movilizar a casi 1 millón de guatemaltecos en diferentes puntos del país aquel 27 de agosto de 2015. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Por qué se ha diluido la presencia en las plazas hasta desaparecer? ¿Ha habido transformaciones en la conciencia colectiva de aquellos participantes? Se está pasando de la protesta a la propuesta me responderán. Las etiquetas actuales no aglutinan lo suficiente. Quizás haber perdido la personalización del movimiento contra una de las personas más repudiadas de ese entonces ha sido parte del fenómeno.