El ciberataque global que se desencadenó el viernes ha dejado hasta ahora no menos de 200 mil afectados en al menos 150 países y sus daños pueden extenderse hoy cuando empresas y organismos retomen sus actividades ordinarias, alertó la Policía de la Unión Europea (Europol).
El software (programa) malicioso, que exige un pago en la moneda digital Bitcoin para recuperar el acceso a los ordenadores, ha golpeado a centros de salud en el Reino Unido, empresas en Francia y España, la red ferroviaria en Alemania, organismos públicos en Rusia y universidades en China, entre otros.
El director de la Policía Comunitaria, Rob Wainwright, advirtió que el sector sanitario, cuyas redes trabajan con información sensible de los pacientes, es vulnerable a ataques de este tipo en diversos países, y recalcó que todas de las empresas e instituciones corren riesgos si no toman medidas de protección.
Un experto informático del Reino Unido de 22 años, que no ha revelado su identidad, quien ayudó a desacelerar el ataque, alertó que la primera versión de WannaCrypt (el virus responsable) se pudo detener, pero la versión 2.0 probablemente corregirá ese fallo.
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El Instituto Nacional de Ciberseguridad español (Incibe) explicó que se han detectado hasta el momento dos versiones del software (WannaCrypt.A y WannaCrypt.B), la primera de las cuales se conecta a una web codificada internamente y, si esa conexión tiene éxito, no cifra ningún documento.
En Reino Unido, las autoridades recomendaron que no pagaran el rescate para desbloquear los ordenadores. En Rusia quedaron inutilizados los equipos bancarios del país, la compañía estatal de ferrocarriles y los servicios de seguridad en carretera.
Empresas como Telefónica, en España; Nissan, en el Reino Unido, y Renault, en Francia, también se vieron perjudicas por el suceso.