Los medios indican que se ha abierto un proceso de investigación.
Sorprendidos y con algún grado de incredulidad dimos lectura a una noticia que involucra a religiosos en abusos sexuales hacia menores con discapacidad, un hecho que afortunadamente no sucedió en nuestro país, lo que no quiere decir, que no pueda estar ocurriendo, porque es muy frecuente escuchar denuncias contra distintos líderes o responsables de iglesias, señalándoseles de actos de este tipo, pero no se ha sabido que sus víctimas sean precisamente niños o niñas con discapacidad, como el caso que fue dado a conocer en Mendoza Argentina.
La monja japonesa Kosaka Kumiko, de 70 años, fue acusada de persuadir y poner en manos de sacerdotes, a niños y niñas con discapacidad auditiva para que estos abusaran sexualmente de ellos, tema sobre el cual la religiosa alega ser inocente, pero lo hizo después de estar prófuga de la justicia durante un mes, acción que la convierte en sospechosa de tan condenable hecho, por lo que ha sido detenida junto a 4 personas, incluyendo a los curas abusadores.
La acusación fue presentada por una organización no gubernamental, la que brindó el apoyo necesario a los menores procurando que estos, contaran con intérpretes de lengua de señas para presentar la denuncia, lo que permitió conocer la forma de cómo operaba la monja, desde la selección y preparación de sus víctimas, hasta los momentos en que encubría los daños ocasionados.
Los medios que publicaron la noticia, indican que se ha abierto todo un proceso de investigación sobre el caso, que de comprobarse la culpabilidad de los religiosos, se esperaría que los movimientos regionales de personas con discapacidad se pronuncien al respecto e, inclusive, que se constituyan como querellantes, porque estos hechos contra la niñez con discapacidad, deben perseguirse, castigarse y dictar condena ejemplar a los culpables.
En nuestro país aún no se ha sabido de hechos de este tipo, aunque se han denunciado abusos contra menores con discapacidad en instituciones no religiosas, pero al existir niñez con discapacidad institucionalizada en entidades administradas por grupos cristianos, es de poner cuidado en el tema, porque entre estos se involucran personas no siempre con sanas intenciones por muy serviciales, nobles y pulcros que parezcan; como dice la expresión bíblica “hay lobos con piel de oveja”, esta es una llamada de atención a las autoridades.
Esta alerta debe ser extensiva para los padres y líderes de organizaciones, quienes debemos estar vigilantes de los lugares donde se atiende a la niñez con discapacidad, en los que se sabe que se practican abusos contra ellos, pero nadie señala casos concretos, salvo un grupo de maestros que sí lo hicieron en el 2003, hecho que les costó su puesto laboral. Por lo que es urgente la desinstitucionalización de la niñez con discapacidad, una recomendación dada al Estado por parte de las Naciones Unidas.