En una economía pequeña y competitiva, como la guatemalteca, las cualidades y habilidades que poseen las madres han sido aprovechadas por el sector empleador para elevar el rendimiento de las compañías y promover el desarrollo del país, en opinión de expertos y empresarios.
Marco Penado, gerente de país de Manpower Guatemala, manifestó que las capacidades empáticas de las féminas y sus habilidades para generar un diálogo abierto, inclusivo y colaborativo les permiten asumir liderazgos basados en el logro de resultados.
Combinan actividades
“Un adicional crítico que han logrado superar es el balance entre la vida empresarial y la familiar, porque se posee una cultura muy arraigada en Guatemala de que la mujer debe ser la encargada del seguimiento de la educación de los hijos y la administración de la casa”, manifestó Mario López, director ejecutivo de la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG).
Para Luis Linares, exministro de Trabajo y analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, la correcta administración de recursos y presupuestos, así como el buen manejo de las responsabilidades, les ha permitido a las mamás ser elegibles para dirigir empresas y organizaciones.
“Una madre ejecutiva tiene entre 35 y 45 años, en promedio; posee educación superior y combina sus actividades laborales con las de su hogar”, resaltó Linares.
Guerreras
Édgar Balsells, director del Área Socioeconómica del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, calificó a las dadoras de vida como guerreras, porque para desarrollarse en el ámbito laboral y contribuir en el sustento de su casa deben enfrentar el machismo, los salarios desiguales y una escasa educación.
“En el país convive la madre popular rural, popular urbana y la de clase media. La primera se convierte en mamá a muy corta edad; en lugar de estudiar debe hacer las tareas del hogar. La segunda trabaja desde su casa para darles una mejor vida a sus hijos, y la tercera, pese a que tiene estudios, su salario no es competitivo”, explicó Balsells.
Según la AGG, de sus 2 mil asociados el 25 por ciento son mujeres, quienes laboran en las industrias de servicios, retail y tecnología.