Fue la primera mujer embajadora de Guatemala.
El nombre de Francisca Fernández-Hall Zúñiga (1916) está escrito con letras doradas en los anales de la historia académica y diplomática de Guatemala. Leer su destacada biografía es, no solo interesante, sino inspiradora: Ella transgredió tempranamente espacios que, hasta hace poco, estuvieron siempre reservados a varones, pero, además, lo hizo con sumo profesionalismo y talento.
En el ámbito académico, Francisca Fernández-Hall tuvo el gran mérito de ser la primera mujer graduada de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), convirtiéndose así en la primera dama centroamericana en obtener el título de Ingeniera Civil. Otro merecimiento consistió en ser, también, la primera mujer en ser admitida en el Instituto Militar de Ingeniería de Brasil, habiendo obtenido ahí el diploma de Ingeniera Militar.
En el área diplomática, la ingeniera Fernández-Hall fue la primera mujer guatemalteca en desempeñarse como Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de Guatemala, nombrada por el presidente Miguel Ydígoras Fuentes, siendo canciller Jesús Víctor Unda Murillo, habiendo sido acreditada como tal en 1960 ante el Estado de Israel (que fue también nuestra primera Embajada en el continente asiático); presentó las Cartas Credenciales al presidente israelí Itzhak Ben Zvi, fungiendo –por los 11 años que duró su acreditación como embajadora en ese país–, como Decana del Cuerpo Diplomático en Israel, donde aún se le recuerda con afecto. Posteriormente, también representó a nuestro país, con esas mismas funciones, en las Repúblicas de Brasil (1971-1975) y Costa Rica (1975-1981).
Como consecuencia de su destacada trayectoria, fue objeto de múltiples homenajes a lo largo de su vida, entre ellas la Orden del Quetzal, el máximo reconocimiento que Guatemala otorga a nacionales y extranjeros.
La Usac la premió académicamente en 1947 y la Facultad de Ingeniería de esa alma mater le otorgó, igualmente, la Medalla de Honor al Mérito en febrero de 1997.
Y, por supuesto, la Cancillería guatemalteca, como merecidamente correspondía hacerlo, la condecoró en 2001 con la Orden de Honor al Mérito y Servicios Distinguidos.
Quizás sin percatarse, Francisca Fernández-Hall figuró dentro de las primeras mujeres en romper la brecha e iniciar el avance en cuestiones de enfoque de género para caminar, poco a poco (porque aún hace falta mucho por hacer), hacia la igualdad y la no discriminación por razón de género en nuestro país.
Francisca Fernández-Hall falleció en la ciudad de Guatemala el 27 de noviembre de 2001, a los 80 años. Sirvan estas líneas como un homenaje póstumo a la distinguida carrera diplomática y académica de una de las más ilustres profesionales de nuestra Patria.