Hay tiempo para redactar, analizar, discutir, socializar, consultar y validar una nueva propuesta.
Comparto la propuesta del editorialista de Nuestro Diario (jueves 4 de mayo del 2017) y me alegra que más personas compartan la iniciativa, espero que cada vez se sumen otros, porque es urgente la Reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Lo abordado por este medio impreso, es uno de tantos con urgencia nacional, que deben ser considerados como cambio de forma y fondo, tomando en consideración los resultados que se han tenido en nombramientos, cuyos perjuicios son a las comunidades que dependen de las decisiones políticas, sociales y económicas.
Algunos dirán que ya no da tiempo para una reforma. Claro que hay suficiente y también espacio para poder redactar, analizar, discutir, socializar, consultar y validar una nueva propuesta, que incluya los cambios necesarios, con interés del capital social, no de personas o grupos interesados en continuar cooptando al Estado, desde las fuerzas políticas partidarias que se construyen para manejar redes corruptas, que colocan en las Alcaldías y Diputaciones, para después aplicar el clientelismo político y el famoso tráfico de influencias, incluyendo el nepotismo que es una de las primeras acciones.
Al leer esa opinión mediática me motivé a volver a escribir e insistir en que los diputados deben tomar la decisión, también las organizaciones como la Usac que tienen propuesta de iniciativa de ley, el mismo Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia o el Organismo Ejecutivo. Ahora bien, hay que aplicar al mismo tiempo y de manera paralela una estrategia de campaña divulgativa de ¿qué se hará?, y ¿por qué?, para que el guatemalteco sepa lo que se reformará y cuál es la intención de hacerlo. Eso no es difícil, hay asignación presupuestaria en los Organismos del Estado, el mismo TSE, lo tiene, la iniciativa privada puede aportar con la red mediática que está en sus manos y, por supuesto, los medios del Estado (Diario de Centro América, TGW y sus emisoras departamentales, Canal de Gobierno, Agencia Nacional, redes sociales, páginas electrónicas de los ministerios, etcétera).
Se me ocurre, sin el ánimo de discriminar capacidades, menos ser excluyente, estudiar de qué manera se pueden establecer términos de referencia para la participación de los distintos cargos de elección general. Por ejemplo, qué requisitos debe tener la persona que se postula a la Alcaldía Municipal, Síndicos, Concejales y lo mismo a otros organismos como Legislativo y Ejecutivo. No con el ánimo de eliminar oportunidades para los que no saben leer ni escribir, sino con el único interés de tener a la persona idónea en esos cargos, la que llena los requisitos, que conoce el tema, que ha dejado parte de su vida en el expertis y/o adquisición de conocimiento científico, en la política, administración pública, relación social, investigación, porque de lo contrario se seguirán buscando oportunistas que llegan a aprender, y salen sin lograrlo, reprobados de esa escuela pública, obligando al Estado de Guatemala que continúe marcando el paso o de manera lenta en el avance del desarrollo y la democracia.