El Centro Operativo de Análisis (COA) y el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Salud y Nutrición (Sivesnu), serán los mecanismos que garantizarán que las familias donde hay niños con desnutrición crónica reciban las intervenciones, las cuales comenzaron a finales de abril en 30 municipios de Huehuetenango, Alta Verapaz, Chiquimula y Quiché.
Con ello empezó la implementación de la Estrategia Nacional de Prevención de este flagelo, y se espera que a finales de 2019 se reduzca en 10 puntos porcentuales la problemática en menores de 2 años, según la meta establecida en la Política General de Gobierno.
De acuerdo con German González, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), los COA serán los encargados de verificar y analizar las fichas donde se especifican las acciones que realizan las entidades involucradas: carteras de Salud, de Agricultura, de Desarrollo (Mides) y de Educación. Así como de la comuna, respecto del agua y saneamiento.
En los COA, los alcaldes y los delegados de las instituciones verificarán la información sobre cuántos niños están recibiendo las intervenciones a tiempo, y si hay menores que no las están recibiendo se investigará, expuso González.
El apoyo de la comunidad internacional es clave y, como ejemplo, los talleres en el ámbito local sobre la Estrategia fueron financiados con ayuda foránea, añadió el funcionario.
Mario Touchette, representante del Programa Mundial de Alimentos, comentó que la Organización de las Naciones Unidas apoyará en la implementación del plan, con el fin de complementar los esfuerzos del Gobierno.
El Sivesnu, por otro lado, refirió el funcionario, será una herramienta nacional, la cual servirá para evaluar los resultados de las intervenciones. Lo que se busca es un impacto positivo de la actual iniciativa y no caer en los errores del pasado, cuando cada actor trabajaba por su cuenta. La plataforma estará colgada en el Sistema Nacional de Información Social, a cargo del Mides.
Una encuesta efectuada entre 2012 y 2015 reveló que los hogares que recibieron 5 o más intervenciones, al mismo tiempo, tenían un 60 por ciento más de probabilidades de reducir dicho problema. Lo malo fue que solo un 20 por ciento del total de núcleos obtuvieron esas asistencias.
Desafío
Con esa experiencia se redireccionó el plan y ahora la apuesta es identificar a cada niño con nombre y apellido, en quien, mediante un método unificado, todas las instituciones converjan su intervención y coadyuven en su desarrollo integral.
Para una evaluación objetiva sobre el avance es necesario que un ente externo monitoree el trabajo gubernamental, recomendó Carmen Salguero, de la Alianza por la Nutrición.
A la cartera agrícola le corresponde el apoyo técnico en la producción de alimentos, por medio del Centro de Aprendizaje para el Desarrollo Rural.
El Ministerio de Desarrollo colabora con los programas, y al despacho de Educación le corresponde promover las Escuelas Saludables, impulsando las prácticas de higiene y prevención de embarazo en adolescentes, entre otros.
