La Reserva Federal (Fed) de EE. UU. comenzó una nueva reunión de 2 días sobre política monetaria, luego de la subida de tasas de interés de marzo, en la que analizará las perspectivas después de la mayor debilidad de la prevista que reflejan los recientes datos de crecimiento e inflación.
Tras el alza de marzo, el interés se encuentra en el rango de entre 0.75 y el 1 por ciento, y la Fed ha insistido en su intención de proseguir con el ajuste monetario gradual, con hasta 2 incrementos más en 2017.
Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto, órgano que dirige la política monetaria, emitirán hoy el esperado comunicado sobre la decisión que adopten, aunque en esta ocasión no habrá rueda de prensa posterior por parte de la presidenta, Janet Yellen.
Los analistas no esperan movimiento en las tasas, especialmente después de conocerse el primer cálculo de crecimiento económico del primer trimestre de 2017, que se situó en 0.7 por ciento, por debajo de las expectativas del mercado.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los indicadores más volátiles de energía y alimentos, bajó un 0.1 por ciento, el primer descenso de estos precios desde 2010.
Luego de años abajo de su objetivo de una tasa anual del 2 por ciento, la inflación se encuentra en ese umbral, lo que unido a un índice de desempleo de 4.5 por ciento, cercano al pleno empleo, han allanado el camino al progresivo encarecimiento del precio del dinero.
Los tibios datos, aunque posiblemente transitorios, contrastan con el discurso optimista del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha delineado un programa de estímulo fiscal a través del recorte de impuestos y el aumento del gasto.
El gobernante ha prometido un aumento anual de no menos del 3 por ciento, por encima del 2 de media registrado durante los años anteriores del mandato de su predecesor, Barack Obama.
El 10 de abril, Yellen ofreció una conferencia en la Universidad de Michigan, en Ann Arbor, en la que apuntó que la misión de la Fed ahora es “dejar que la economía siga su curso y se mantenga equilibrada, empujando algo, pero no como si apretásemos fuerte el acelerador”.
Los economistas consideran que la banca central esperará a tener más información para valorar si se trata de un bache temporal o refleja una tendencia más sólidas en el aparato productivo.