¿Hechizo o casualidad? Glucosoral, el equipo más glorioso del futsal guatemalteco, se quedó por segunda ocasión con las ganas de festejar un pentacampeonato y, por ende, sumar el noveno cetro a sus vitrinas, al caer el sábado en la gran final 4 por 3 contra su acérrimo rival, Farmacéuticos, en el Domo de la zona 13.
El elenco del suero oral ya había vivido una situación similar en la temporada 2009-2010, cuando el desaparecido Aquasistemas lo privó de la racha de 5 coronas consecutivas, y posteriormente Aqua, en el certamen 2011-2012, sufrió en carne propia ese fenómeno al sucumbir con los boticarios.
Por eso, cuando finalizó el partido, el veterano arquero Carlos Mérida estalló en júbilo y expresó: “Somos los rompepentas”. “No dejamos que los equipos sean pentacampeones”. El exseleccionado nacional fue pieza clave para la conquista del segundo cetro de Farma, al salvar en repetidas ocasiones su pórtico.
Y es que los boticarios vinieron de atrás para no solo acabar con la hegemonía naranja de títulos, sino también cortar una racha del rival, que superó la fase de clasificación con paso perfecto: 18 victorias en igual número de partidos, además de los 2 de la serie de semifinales.
“No hay más dolor que perder el invicto en una final. Podrán hablar de los números que tengan, pero nosotros no les permitimos ser pentas e invictos en el torneo”, vociferó Mérida, y subrayó que todavía tiene energías para continuar derrochando su talento en el arco 1 o 2 años más.
El favoritismo de Gluco se reflejó por medio de Erwin Coronado y José Mansilla, quienes lograron vulnerar el marco boticario e hicieron pensar que pasarían por encima del contrincante; sin embargo, José Alay descontó a falta de 3:27 para el final del primer tiempo, pero Rafael González amplió 3-1 cuando restaban 1:20 por jugarse en la primera mitad.
Sería José Cosajay quien se convertiría en el héroe del partido al convertir un triplete en el segundo período, con el cual Farmacéuticos le daría vuelta al marcador. El último tanto fue anotado en la agonía del partido, con 59 segundos por disputarse, cuando todo apuntaba a que el cotejo se iría al alargue.