La vida del artista es un lienzo sobre el que pinta sus experiencias, mientras manifiesta con sus materiales, aquello que habita en su mente. El arte puede ser también un proceso sanador que une al creador con su obra, mientras viaja al pasado. Así, Sandra Monterroso expone hoy, a las 19:00 en galería The 9.99 (5a. avenida 11-16, Edificio Passarelli, zona 1), sus Distorsiones e imperfecciones. La entrada es libre.
Arte sanador
Distorsiones e imperfecciones consta de 24 piezas inéditas que Sandra Monterroso fabricó con lino, papel, madera, barro, resinas y pigmentos naturales. En la muestra, la artista hace alusión a experiencias vividas a través de los años y las une a la historia de su madre y abuela, quienes emigraron de Cobán, Alta Verapaz. También quiso dar a conocer el proceso de sanación que existe en el arte y la imperfección, que radica en la modernidad del mundo.
Inspiración colorida y natural
El achiote es el elemento que da vida a la colección. La idea de usarlo nació de un suceso cotidiano, pues mientras su mamá preparaba un
Kaq’ ik, el rojo intenso se quedó entre sus manos. El material orgánico le permitió crear distintas tonalidades, gracias a la mezcla con tinta y acuarela, con lo que logró un efecto carnoso en cada pieza. Monterroso agregó que el matiz brillante de este componente la llevó a investigar el uso que diferentes culturas le dieron durante siglos, por ejemplo en rituales y ceremonias.
Conexión
La producción del catálogo tomó a la creadora seis meses. En este período reflexionó acerca de cómo la Conquista cambió la historia del país. Grabó también una serie de 7 cintas para digitalizar su obra. “Algo que es recurrente en mi trabajo es el número, ya que es parte de la cosmovisión maya. El videoarte me permite conectarme con mi idioma (Q’eqchi’) y regresar a mis antepasados. Los pensamientos del mundo moderno son una distorsión, que cada vez resulta más imperfecta. Por eso, la mayoría de materiales de la exhibición son diferentes y no tienen una forma simétrica”, puntualizó