Con la presencia de no menos de mil 200 integrantes de las fuerzas combinadas de seguridad de Guatemala en las fronteras con Honduras y El Salvador, el viernes se inició la segunda fase del Plan Fortaleza, con el cual los Gobiernos de los 3 países buscan combatir el crimen transnacional.
Según se informó, ya fueron instalados 10 Puestos de Mando de Coordinación Interinstitucional en pasos no controlados entre los 3 territorios, lo cual permitirá patrullar constantemente las áreas e impedir el trasiego de drogas, armas, vehículos y productos de diversa índole, así como prevenir el ingreso de delincuentes.
A decir del ministro de Gobernación, Francisco Rivas, con las medidas se pretende incidir en la reducción de actos ilícitos, como el narcotráfico, secuestro, la extorsión, trata y el contrabando, entre otros.
Esfuerzo interinstitucional
Para lograr ese cometido se mantiene una comunicación constante con las autoridades de las naciones vecinas, las cuales desplegarán a sus efectivos para fortalecer los controles y trabajar con el personal chapín, que está conformado por agentes antinarcóticos y de investigación criminal, de la Policía Nacional Civil, y elementos de las Fuerzas de Tarea Chortí y Tecún Umán, así como por miembros del Ejército.
Además, la Superintendencia de Administración Tributaria apoyará en casos relacionados con el traslado ilegal de mercancías y la defraudación aduanera, mientras que la Dirección General de Migración colaborará en hechos asociados con el tráfico de personas e identificación de migrantes.
Apoyo internacional
Estados Unidos también contribuye con el proyecto, y donó 2 drones y 4 helicópteros para hacer más eficaz la labor de las entidades, la cual en una siguiente etapa se ampliará a la zona limítrofe con México.
Raúl Romero, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional, del Congreso, aplaudió estos esfuerzos, pues considera que es imprescindible ejercer un resguardo eficiente de nuestros espacios terrestres, aéreos y marítimos.