El Tribunal Superior de Ruanda condenó a cadena perpetua a Bernard Munyagishari, un destacado dirigente hutu, por ser culpable de crímenes contra la humanidad cometidos durante el genocidio contra los tutsis en 1994.
“En circunstancias normales, los actos cometidos por Munyagishari son castigados con cadena perpetua”, dice la sentencia del órgano jurisdiccional, que dio su veredicto en ausencia del señalado.
El acusado, de 57 años, fue detenido en la República Democrática del Congo por la Interpol en 2011 y 2 años más tarde el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, con sede en la localidad tanzana de Arusha, le extraditó a su país.
Según un testigo de la Fiscalía, Munyagishari era, en el momento del genocidio, un alto funcionario del Movimiento Republicano Nacional para la Democracia del presidente Juvénal Habyarimana, asesinado en 1994.
Munyagishari fue declarado culpable de preparar diversas reuniones y participar en el entrenamiento de la milicia juvenil Interahamwe, encargada de ejecutar la matanza de ciudadanos tutsis.