El papa canonizará el 13 de mayo, durante su viaje a Fátima, Portugal, a Francisco y Jacinta Marto, los hermanos pastores que, según la Iglesia católica, presenciaron junto con su prima Lucía las apariciones de la Virgen María.
Así lo anunció el Santo Padre durante el consistorio en el que se fijaron las fechas para las ceremonias de 37 futuros santos, entre ellos los llamados mártires de Tlaxcala, los niños indígenas mexicanos Cristóbal, Juan y Antonio, asesinados por profesar la fe cristiana, el primero en 1527 y los otros dos en 1529.
El 15 de octubre en la Basílica de San Pedro del Vaticano se efectuará este acto en el que también subirán a los altares el español Faustino Míguez, fundador del instituto calasancio Hijas de la Divina Pastora, y los primeros mártires brasileños: los sacerdotes Andrés de Soveral, Ambrósio Francisco Ferro y el laico Mateus Moreira y otros 27 compañeros, así como el sacerdote franciscano italiano Luca Antonio Falcone.
El 23 de marzo, Francisco había aprobado los decretos para canonizar a los dos niños, de 9 y 10 años, que murieron poco después de haber visto a la Virgen, entre mayo y octubre de 1917, y que serán los primeros infantes no considerados mártires en ser declarados santos.
Francisco participará en el centenario de las apariciones, y la ceremonia de canonización será durante una misa multitudinaria.
Pequeños testigos
Francisco (1908-1919) y Jacinta Marto (1910-1920), que junto con su prima Lucía, que fue monja y la única que sobrevivió, fueron los protagonistas de las apariciones de la Virgen en Cova da Iria, fueron beatificados el 13 de mayo de 2000 por Juan Pablo II en Fátima.
El milagro por la intercesión de ambos y por el que se ha podido decretar la canonización, es el de la curación de un menor brasileño.
Los tres pequeños portugueses aseguraron que habían sido testigos de las apariciones de la Virgen, quien les reveló los llamados 3 secretos de Fátima, que divulgó Lucía, quien falleció en 2005 y a la que también se le ha abierto un proceso de beatificación.