Semana Santa no está completa sin su ciclo de cine, ese que desde épocas prediluviales encanta a la audiencia nacional. Hoy, por ser Viernes de Dolores, cual trompeta profética anuncio (o recuerdo) las cintas que deben verse la próxima semana.
Comenzaré con el coloso llamado Charlton Heston y sus versiones de Ben Hur y Moisés. Pero no hablo de buscarlas en Netflix o acudir con su expendio de películas pirata: recomiendo sintonizar la televisión nacional y ver si aún transmiten el primer doblaje. Víctor Mares prestaba su voz a Judá Ben Hur y su tono otorgaba un brío mucho más complejo a la cinta, además de un guión que tenía metáforas sumamente elegantes pese a no ser fiel al original escrito por el general Lewis Wallace. Y bueno, Mares tenía una voz tan profunda que por algo dobló a Anthony Hopkins, Clint Eastwood y Roy Scheider todas las veces que se enfrentó a Tiburón.
No hay nada nuevo acerca de Ben Hur, quiero decir, nada que usted no sepa pues es una cinta que debe ser vista cada Semana Santa. Sintonizarla es, en mi caso, regresar a la infancia y maravillarme con la carrera de cuadrillas, la muerte de Messala (Stephen Boyd) o la batalla de galeras que parece una lucha de barcos de juguete, ahora que la veo, aunque reconozco que la primera vez me sorprendió la tenacidad del número XLI (Ben Hur) y cómo evitó la muerte de Quinto Arrio. Esta cinta le mereció a Heston el Oscar a mejor actor en 1960, premio que no obtuvo en el 57 con Los Diez Mandamientos, la siguiente opción de esta lista.
Seamos honestos, en la pantalla no veíamos el enfrentamiento de Ramsés y Moisés, era ver a Yul Brynner (¿acaso habrá un Faraón más elegante que él) frente a Heston. No repararé en la historia, que para todos es conocida, pero debo mencionar los efectos especiales de esta producción el mar Rojo, jamás se partió mejor.
Ahora hablaría de Jesús, la cinta de 1979. Incluso recuerdo que algunas iglesias hacían tardes de cine con esta producción (aquella en la que no se menciona a la Virgen María), pero debo decir que fue destronada por La pasión de Cristo. Efectos, sangre a borbollones, diálogos en arameo y una versión de Satanás espléndida, encarnada por la actriz italiana Rosalinda Celentano, que estremece de principio a fin.
Decidí elegir esta cinta porque no olvido la vez que la vi en el cine. Gente alquiló buses y desde los extremos del país se vino a la capital para ver al Jesús según Mel Gibson. Fue un hito, principalmente un sollozo que escuché en la sala de cine: “Mi Señor… mi Señor… ¿qué te hemos hecho?”, aunado a un joven que le leía los subtítulos a su abuela, quien no alcanzaba a distinguirlos, y yo solo pensaba: “Tranquilos, es solo una película. Al terminar, volveremos a ser los mismos”.
https://www.youtube.com/watch?v=v9ptgdxHYro
“¿Juda, por qué arte de magia llevas ahora el nombre de un cónsul de roma? -Tú fuiste el mago Messala. Tú me condenaste a las galeras. (…) Devuélveme a mi madre y a mi hermana, y olvidaré todos los juramentos que fui haciendo a cada golpe de aquel remo al que tú me encadenaste”, Ben Hur