Ahí, junto a otros tesoros arqueológicos, se encuentra la famosa Escalinata de los Jeroglíficos, excepcional ejemplo del arte maya, que le valiera al sitio su nominación como patrimonio mundial, que narra la historia oficial de los gobernantes de Copán –junto con el Altar Q- y que brinda un registro preciso de los eventos dinásticos anteriores de uno de los más grandes centros astronómicos mayas. La escalinata tiene 12 metros de altura, 63 escalones y aproximadamente 2 mil 500 glifos, que la convierten en la inscripción glífica o documento maya más grande de toda Mesoamérica.
Originalmente, a lo largo de la escalinata se encontraban colocadas seis estatuas representando a sus gobernantes o reyes. En la actualidad falta una de ellas, la estatua de uno de los principales de Copán, que se encuentra en el Peabody Museum/Harvard University: Uaxaclajuun U’baah K’awiil, conocido como “18 Conejo”, el gobernante 13 que dirigiera la poderosa ciudad-estado de Copán (696-738 d. c) y en cuyo mandato se diera la orden de erigir importantes estructuras y monumentos, considerándosele, por ello, el maestro de las artes de Copán y gracias a las cuales se ha podido conocer, hoy en día, mucho de la historia del sitio. La escalinata también narra la trágica muerte de 18 Conejo “por el pedernal y el escudo”, pues este fue capturado en Copán por el gobernante K’ak’ Tiliw Chan Yopaat, de la cercana ciudad-estado de Quiriguá, entonces vasalla de Copán, para ser decapitado en el centro de la plaza de Quiriguá.
Cuando la escalinata fue descubierta, gran parte de los glifos estaban enterrados y algunos se habían deslizado, por lo que fue reconstruida y al hacerlo más de la mitad no fue colocada en su lugar original, lo que dificultó su desciframiento. No obstante, hoy, más del 75 por ciento ha sido descifrado, lo que ha permitido que este importante documento prehispánico pueda ser contrastado con las investigaciones arqueológicas contemporáneas.
En América, la Escalinata de los Jeroglíficos, en Copán, Honduras, es uno de los monumentos que por la importancia y significado de su corpus documental y la escasez de registros históricos que documenten acontecimientos prehispánicos, ha sido altamente estudiada y ha aportado mucho al conocimiento de la brillante Civilización Maya.
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