La gestión de los recursos hídricos en el mundo para garantizar su preservación ante las perturbaciones del cambio climático requiere no menos de 10 mil millones de euros (Q82 mil 87 millones) anuales, informó Loïc Fauchon, presidente honorario de la organización Consejo Mundial del Agua (Word Water Council), quien asistió en la ciudad marroquí de Marrakech al Día de la Acción Climática Global por el Agua, que se organiza por primera vez en la historia de la cumbre de Naciones Unidas por el clima (COP22).
El experto francés se congratuló de la celebración de un día destinado exclusivamente a esta problemática e insistió en su centralidad en los objetivos del Acuerdo de París.
Fauchon explicó por teléfono desde Marrakech que los proyectos de la adaptación constituyen una solución para garantizar una resiliencia de los recursos hídricos y garantizar un acceso equitativo de todos al vital líquido.
Propuestas
Proyectos concretos como la construcción de sistemas de almacenamiento o desarrollar la capacidad de producir electricidad alternativa conducirán a una resiliencia del agua frente a las perturbaciones del cambio climático.
Para conseguir este fin, Fauchon insiste en la necesidad de dotar a las poblaciones pobres de capacidades administrativas e intelectuales, a fin de implementar proyectos en este sentido y en establecer también sistemas de gobernanza para luchar contra la
corrupción.
Fauchon citó, además, otras recomendaciones, como racionalizar el consumo del vital líquido a la hora de abrevar el ganado o de optar en el sector agrícola por sistemas de riego más económicos
y eficientes.
“El problema es mucho más complicado en agricultura, con lo que tienen que ver todos los países, pobres y ricos. En Europa y Estados Unidos se practica el riego por aspersión, mientras que hay que pasar al de goteo”, subrayó el experto francés.
Adicionalmente mencionó la relevancia del papel de la sensibilización de las poblaciones tanto pobres como ricas sobre el consumo racionalizado del agua, poniendo como ejemplo el enorme desbalance de uso diario de un habitante de Estados Unidos (700 litros) y uno de África o de
Palestina (40 litros).
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