Para Carlos Pérez, artista guatemalteco radicado en Viena, Austria, la pintura aún tiene mucho que decir. Por eso, más allá de esa mezcla intensa de acuarelas, acrílicos, óleos y lápices, es la actualidad la que marca su obra. De eso último da fe El Tren Primavera, una exposición que se inaugura el jueves a las 18:30 en la Fundación G&T Continental, 5a. avenida 12-38, zona 1. El ingreso es gratuito.
Sin fronteras
El Tren Primavera, de Carlos Pérez, está cargado de alegoría y hasta de algunos elementos poéticos. De acuerdo con el artista, se trata de una forma de interpretar su viaje a Europa, sus vueltas a Guatemala y lo que por el camino ha aprendido. Para este pintor, el arte no tiene fronteras y una imagen puede transmitir intensidad, emoción y armonía en cualquier parte del mundo.
La exhibición debe su nombre a una de las piezas de la colección que retrata a dos infantes que bajan de un tren recién llegado a Europa desde un país árabe. “Mi obra es bastante convulsiva y cambia de un día a otro. Aunque se le podría reconocer una línea de estilo, influenciada por la corriente artística que se maneja en el Viejo Continente, en realidad se refiere a temas muy actuales. Cuenta historias, es muy humana y tiene que ver mucho con mi entorno y con lo que veo cada día”, aseguró Pérez.
Evolución
El pintor explicó que sus piezas parten de temas políticos, sociales, económicos o, incluso, naturales. Una evolución que definitivamente está marcada por sus 15 años en Austria. “Cuando egresé de la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla iba más en la dirección del surrealismo. Al salir, tuve un shock cultural y de comunicación. Es muy diferente irse de vacaciones a vivir en otro país. En este proceso hubo mucho trabajo conmigo mismo y con el arte. En realidad es una búsqueda intensa por encontrar tu propio idioma”, afirmó.
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