Estudiantes de universidades públicas y privadas de Venezuela marcharon hasta la sede de la Nunciatura, en Caracas, para presentar las exigencias que consideran que deben cumplirse en las conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
Los educandos, que no forman parte del diálogo, “no estamos atados a los compromisos que pueda asumir la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, oposición); somos un movimiento social independiente, y es por eso que creemos que eso debe ser expresado por la gente en la calle”, precisó el líder estudiantil Hasler Iglesias.
Los jóvenes opositores exigen que los escolares detenidos por las autoridades por distintas razones, pero considerados presos políticos o víctimas de la represión sean incluidos en la lista de liberaciones exigidas por la MUD.
Piden, además, que se permita una solución a la escasez y el desabastecimiento de alimentos y medicinas por medio de un canal humanitario y la convocatoria urgente a un proceso electoral.
Los marchistas entregaron un documento al nuncio apostólico en Venezuela, el italiano Aldo Giordano, para formalizar sus exigencias ante el Vaticano.
Giordano, en declaraciones a periodistas subrayó el carácter pacífico de la caminata y les deseó “todos los éxitos posibles (…) y sus deseo de un país de justicia, un país de paz”.
Políticos acompañan
Iglesias, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, dejó claro que el movimiento tiene desconfianza de la voluntad del Gobierno en el proceso de negociación.
“Desconfiamos mucho de que el Gobierno pueda cambiar su actitud y comenzar a dar respuesta a los ciudadanos”, afirmó.
El dirigente aseguró que mientras no sean cumplidas estas exigencias los colegiales se mantendrán en protesta en las calles.
El partido opositor Voluntad Popular y dirigentes de la alianza MUD acompañaron la movilización en respaldo a sus reclamos.
La oposición venezolana y el gobierno que preside Maduro iniciaron el domingo un proceso de diálogo auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la mediación del Vaticano.
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