La entrada en vigor del Acuerdo de París hoy supone un “nuevo comienzo” para la gobernanza global contra el cambio climático, según destacó este viernes el Gobierno de China, uno de los países más contaminantes del planeta.
“Su entrada en vigor lleva a la gobernanza multilateral y global contra el cambio climático a un nuevo punto de partida y liderará el mundo hacia una nueva etapa de desarrollo verde y con baja emisión de carbono”, señaló la portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying.
Tras transmitir sus “más sinceras felicitaciones”, la portavoz aseguró que el Ejecutivo de su país está preparado para “estrechar la cooperación con otros países” y “seguir con las negociaciones para impulsar un desarrollo verde y sostenible”.
China, añadió, ha realizado una “gran contribución” al tomar el “liderazgo” para que entrara en funcionamiento el acuerdo.
Hua recordó el papel jugado por el presidente chino, Xi Jinping, que dio un “gran impulso político” a las negociaciones de último minuto sobre el pacto y a la conclusión del mismo tras depositar los instrumentos de ratificación de forma previa a la cumbre del G20 de septiembre, celebrada en la ciudad china de Hangzhou.
En esa cita política, China y Estados Unidos -que representan cerca del 40 por ciento de las emisiones globales- anunciaron conjuntamente la ratificación del acuerdo, abriendo la puerta a que otros países siguieran su estela y se pudiera poner en marcha.
Para que el Acuerdo de París entrara en vigor se necesitaba que al menos 55 países representantes del 55 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero lo ratificaran.
Ese requisito se cumplió el pasado 5 de octubre, cuando la Unión Europea -que representa el 12 por ciento de emisiones- entregó los documentos de ratificación en la sede de la ONU.
Coincidiendo con la entrada en vigor del Acuerdo de París, el Gobierno chino reiteró -y actualizó- hoy sus compromisos adquiridos en marzo, entre ellos, reducir las emisiones de dióxido de carbono por unidad de producto interno bruto (PIB) en un 18 por ciento hacia 2020, comparado con las del año 2015.
La segunda economía mundial mantendrá el consumo de energía por debajo de los 5 mil millones de toneladas de carbón estándar a finales de 2020, aumentando el uso de otras energías, como la hidráulica, nuclear, eólica o solar, cuya capacidad instalada llegará a los 340 millones, 58 millones, 200 millones y 100 millones de kilovatios respectivamente, publica la agencia oficial Xinhua.
El consumo total de carbón se mantendrá en alrededor de los 4 mil 200 millones de toneladas, mientras que las regiones que sufren más contaminación de China tendrán que buscar el crecimiento sin la utilización de esta fuente de energía después de 2017.
*Con información de EFE
Deja un comentario