Es un espejismo creer que Hillary Clinton favorecerá los intereses de Guatemala.
Quienes se proclaman “progresistas” en Guatemala se decantan por Hillary Clinton. Ciertamente, es repudiable la xenofobia, la intolerancia, el racismo y la misoginia de Donald Trump. Pero con el demócrata Obama, las deportaciones han sido masivas y se ha criminalizado la migración. Con Clinton en el Departamento de Estado, el Ministerio Público se alió con el gobierno de la UNE para perseguir a los militares de la guerra. Claudia Paz y Paz y Gloria Porras no investigaron la corrupción durante los tiempos de la solidaridad y la cohesión social. De llegar Clinton a la Presidencia, quedarán impunes los desmanes denunciados por Juan Alberto Fuentes Knight en “Rendición de cuentas”.
Durante la presidencia de William Clinton, la “dama de hierro” norteamericana participó en el diseño del Plan Colombia, que arreció el baño de sangre en el país sudamericano. En 2002, cuando era senadora, Clinton respaldó el fallido golpe contra Hugo Chávez en Venezuela. Esa agenda golpista no ha variado y se recrudecería. En 2009, en funciones de Secretaria de Estado, apoyó el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya en Honduras. La agresión contra ese país desató una ola de violencia que continuó. Téngase presente el asesinato de la activista Berta Cáceres. Hillary Clinton reconoció su participación en los hechos. Desde entonces, ha concebido “un plan Colombia para Centroamérica”. Es lo que nos espera para los países del “Triángulo Norte”.
Hillary Clinton ha apoyado varios “golpes blandos” en el resto de América Latina, con base en juicios políticos prefabricados o elecciones fraudulentas: Paraguay contra Fernando Lugo (2012), Argentina contra el kirchnerismo (2015), Brasil contra Dilma Rousseff (2016). También los golpes fallidos contra Evo Morales en Bolivia (2008) y Rafael Correa en Ecuador (2010). A esto se suma la intervención en el proceso de paz en Colombia, y la desactivación política de Cuba, revestida de normalización diplomática. En 2015, el Departamento de Estado de Estados Unidos desclasificó documentos que reportan que la ex secretaria de Estado es coautora de la reforma energética mexicana, lesiva para México y ventajosa para las petroleras Exxon Mobil, Chevron y British Petroleum, Estados Unidos gobernado por el republicano es un escenario indeseable para las élites latinoamericanas. Con Clinton en el gobierno, se reeditarán los programas sociales que ni siquiera aliviaron la pobreza, sino la profundizaron. Seguirá el discurso a favor de los migrantes, sin detener las deportaciones. No es una feminista la que llegará al poder. Será la feminización de la política.
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