Ocurren hechos que rayan en actos de discriminación hacia las personas con discapacidad.
Con cierta frecuencia las personas con discapacidad nos enfrentamos a hechos que evidencian el desconocimiento de los demás respecto de nuestros derechos, situaciones que nos enfrentan a momentos verdaderamente molestos e incómodos, lo que regularmente ocurre en la vía pública, comercios y dependencias de servicio estatal, en estas últimas, se esperaría no ocurrieran este tipo de incidentes, debido a que las organizaciones e instituciones dedicadas a promover los derechos que tenemos como ciudadanos, han realizado acciones informativas y educativas.
Pero al parecer los esfuerzos han sido en vano o la actitud de los servidores públicos cuesta cambiarla, porque luego de recibir capacitaciones de manera presencial o a través de publicaciones de medios de comunicación, se siguen viendo hechos que rayan en actos de discriminación hacia las personas con discapacidad, mediante actitudes que obedecen a criterios personales, al extremo que muchas veces son avaladas por las autoridades.
El hecho más reciente sucedió en las ventanillas de Migración, cuando una persona con discapacidad visual se presentó a renovar su pasaporte, encontrándose con un servidor, no solo poco amable, sino también con marcado desconocimiento de las leyes de nuestro país, ya que entre otras cosas, aseguró que la ley del Registro Nacional de las Personas tenía regulaciones respecto de la discapacidad, una opinión nada aceptable en un ente, en el que también se extienden documentos de identificación.
Primero nuestra compañera solicitó que se le extendiera un nuevo pasaporte, el encargado de la ventanilla, luego de observarla durante algunos segundos le indicó que debía poner a la vista el pasaporte anterior, lo que, por supuesto, no se solicita a las demás personas, asunto que también hizo notar la interesada, por lo que el servidor le requirió el DPI, quien al verlo, le indicó que haría una consulta a las autoridades de la institución.
Al volver le dijo a la persona que el DPI no indicaba su discapacidad, por lo que nuestra compañera le hizo la observación que no era necesario; además, que era evidente que dialogaba con alguien que tenía discapacidad visual, pero el encargado le dijo que no podría extenderle el pasaporte por ese motivo, debido a que la ley del RENAP regula que la condición de discapacidad de cualquier ciudadano debe indicarse en su documento de identificación.
Desde 2011, el Conadi firmó un convenio con el RENAP, para que en el DPI se indicara la condición de discapacidad, pero es un hecho que se puede dar solo con el consentimiento de la persona; es decir, es un asunto que solo depende del interesado y no está regulado en ninguna ley, como irresponsablemente lo asegura este funcionario de Migración, que con esa actitud, solo habla mal de una entidad que debe ser seria e incurre en un acto de discriminación.
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