Desde principios de este siglo, las autoridades lograron una cobertura de la primaria de casi el 100 por ciento, gracias al esfuerzo por ejecutar mecanismos para acercar las escuelas a todas las regiones del país. Lamentablemente, la historia no fue la misma en los grados superiores, por lo que la atención en estos niveles se reduce de forma considerable y preocupante.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en todo el territorio el abrigo del alumnado en el primer ciclo es del 98.7 por ciento, en el básico, 40.2, mientras que el técnico vocacional alcanza un 21.2. En el departamento de Guatemala las cifras son del 99.3 por ciento para la primaria, 64.6, secundaria, y 39.2, diversificado.
Ello pone de manifiesto que el interior de la República cuenta con más exigencias para realizar cambios y vigorizar la metodología para acrecentar las oportunidades de capacitarse.
Los motivos por los que un mínimo porcentaje de personas concluye satisfactoriamente los estudios que preceden a los universitarios, radican en el escaso potencial que las carreras que se brindan tienen para conseguir un empleo seguro y digno, por lo cual los jóvenes encuentran ocupaciones que los proveen de lo imprescindible para subsistir, y en el peor de los casos buscan actividades ilícitas que los doten de una situación económica que las aulas jamás podrán otorgarles.
Es por ello que son de vital importancia las acciones que ha comenzado el Ministerio de Educación para mejorar las posibilidades de enseñanza en el área rural, a través del Programa de Educación Rural en 2017, que implementaría cátedras que tengan más concordancia con las necesidades de sus comunidades. El valor agregado de estas medidas es que, además, se construirán nuevos centros formativos, lo cual establece condiciones para incrementar la recurrencia en los planteles con una mayor calidad de la instrucción.
Adicionalmente, la inversión para desarrollar el proyecto provendrá de una fuente de cooperación externa que ofrece un crédito con requisitos financieros favorables para la nación, ya que se percibirá un préstamo de la Cooperación Financiera Alemana con una tasa blanda del 2.09 por ciento, y será pagadero en un plazo de 20 años.
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