El ministro de Ambiente y Recursos Naturales, Sydney Samuels, anunció hoy que se impondrá una multa a cinco empresas de textiles artesanales por contaminar el río Samalá, ubicado en el departamento de Quetzaltenango.
Además de esta caución económica, cuyo importe se decidirá en próximos días pero podría ser de unos 25 mil quetzales (unos 3 mil 200 dólares), por no tener un estudio de impacto ambiental, la institución gubernamental pondrá una denuncia ante la Fiscalía por depositar las aguas residuales con tinte directamente en el caudal.
“Vamos a proceder a denunciarlas con todo el dolor de nuestra alma”, aseguró Samuels a periodistas tras la reunión semanal de Gabinete al reconocer que las cinco empresas, que no identificó, son propiedad de pequeñas familias artesanales, pero que su actividad está provocando la contaminación de “un cuerpo de agua que es importantísimo”.
El pasado viernes, circularon en redes sociales imágenes del río completamente teñido de rojo, aunque al día siguiente este color ya había desaparecido. Según las primeras investigaciones esta situación estuvo provocada por las aguas residuales con tintes que se depositan directamente en él sin un tratamiento previo.
Samules explicó que en la primera revisión, realizada este fin de semana, se comprobó que estos residuos contienen desechos “químicos peligrosos para la biodiversidad”.
“Definitivamente tienen ya una multa” por carecer del estudio medioambiental, insistió el ministro, quien dijo que hay que estudiar cual va a ser el importe final que se impondrá.
El río Samalá tiene una longitud de 145 kilómetros y su corriente es explotada para mover molinos de trigo en Totonicapán y San Cristóbal, así como una fábrica de hilados y tejidos en Cantel.
En Zunil también se usa para generar energía en una planta hidroeléctrica.
* ACAN-EFE
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