Haití continúa sus esfuerzos por normalizar las zonas devastadas por el huracán Matthew la semana pasada; mientras persisten las dificultades y los afectados que urgen de alimentos y medicinas.
Diez días después del embate del ciclón, el Gobierno y los organismos internacionales redoblan sus esfuerzos para asistir a los perjudicados, pero las precarias condiciones de las carreteras hacen más lento el proceso.
La desesperación se ha apoderado de aquellos que hasta ahora han recibido poco o nada, por lo que ha sido necesaria la presencia, en algunos casos, de policías o cascos azules de la Organización de las Naciones Unidas para colaborar en los repartos de la ayuda humanitaria.
Las más recientes cifras divulgadas por Protección Civil establecen que el meteoro causó la muerte a 473 personas, produjo heridas a 339, 75 desaparecidos y obligó el desplazamiento de 175 mil pobladores alojados en 224 refugios.
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