El gobierno de Guatemala lanzó hoy un diálogo nacional con el fin de elaborar una hoja de ruta que permita las consultas a los pueblos indígenas en el marco del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El Convenio 169, aprobado por la OIT en 1989, obliga a los Estados que lo ratifican a consultar con las comunidades nativas aquellas medidas legislativas y administrativas que afecten directamente a sus costumbres.
Al menos una veintena de países han ratificado el Convenio, de ellos al menos 15 latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela.
El diálogo nacional lanzado durante un acto oficial este miércoles en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura, cuenta con el respaldo de la OIT y del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas.
La representante de la OIT para Centroamérica, Carmen Moreno, dijo que a través de este mecanismo se tiene que llegar a la construcción de estándares básicos para la consulta a los pueblos indígenas de Guatemala.
El derecho a ser consultado asegura la participación de los pueblos originarios en un diálogo no condicionado para influir en las decisiones del Estado que afecten a sus comunidades, manifestó Moreno.
“Los acuerdos que se logren son de obligado cumplimiento para ambas partes”, sostuvo.
El integrante del Foro Permanente de Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, el guatemalteco Álvaro Pop, dijo por su parte que en Guatemala existen “datos terribles”, porque 120 de los 340 municipios del país tienen más de 60 por ciento de la población indígena.
“Lo más grave”, alertó Pop, es que esos 120 municipios “encabezan la lista de los mayores indicadores de desigualdad y pobreza, de desnutrición crónica y analfabetismo”.
El dirigente indígena guatemalteco dijo que en su país “no se han cumplido los procesos de consulta a los pueblos indígenas”, y que el reto es pensar “cómo lo vamos a resolver”.
Pop manifestó que existe la necesidad de trabajar en una hoja de ruta para cumplir con ese compromiso establecido en el Convenio 169, y que la idea del diálogo nacional es que el Estado escuche a este sector en sus propios idiomas y atienda las demandas.
Agregó que existe preocupación por el problema del agua y de los territorios en Guatemala, en donde los indígenas tienen “muchas limitaciones”.
Por su parte, el vicepresidente de Guatemala, Jafeth Cabrera, reiteró que el Gobierno que encabeza el presidente Jimmy Morales está abierto a un diálogo que sea incluyente, y a que los procesos de consulta con los pueblos indígenas sean visibles.
“Este diálogo es una respuesta a las demandas de los pueblos indígenas de querer ser escuchados, incluidos y de ser parte importante en los procesos de desarrollo”, subrayó el alto funcionario.
En Guatemala existen 22 etnias mayas y entre los departamentos con mayor porcentaje de población indígena figuran Totonicapán (98,3%), Sololá (96,4%), Alta Verapaz (92,9%), Quiché (88,8%), Chimaltenango (79%) y Huehuetenango (65,1%).
* ACAN-EFE
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