Jorge Vega ha afianzado su nombre en la mente de la población guatemalteca. Consiguió que la gimnasia nacional gire en torno a su figura como en las grandes obras literarias que narran al detalle las hazañas de los valientes. Selló una promesa más con acciones heroicas y ha engalanado las páginas de la disciplina.
“El pueblo de Guatemala me conoce un poco más, y es alegre; algún día quiero ser un ejemplo. Este país es muy violento, y espero cambiarlo con mi esfuerzo, y que la juventud tome una mejor decisión en sus vidas”, expresó el atleta, quien fue homenajeado ayer por la proeza en la Copa del Mundo Challenge, en Hungría.
El menudo gimnasta hizo diabluras de escala mundial en menos de 1 mes, y, por si fuera poco, sus hazañas las gestó en 2 continentes: América y Europa; el segundo es quizá el que mayor júbilo y emoción le evoquen, por lo que representan las medallas acaparadas en la Arena Savaria, 1 oro y 1 bronce.
Antes de viajar al Viejo Continente prometió luchar por avanzar a las finales de los aparatos de salto al potro y piso, y vaya que lo cumplió. Lo ejecutó con creces. Vega está dispuesto a soportar 4 años más de intensas pruebas, entrenamientos, competiciones, con tal de llegar al punto final del ciclo olímpico: Tokio 2020.
“El que no trabaja no puede ir a una competencia y pretender hacer bien las cosas. Hay una parte que se llama consistencia, y es destacar en todo momento. He trabajado mucho en eso; me ha funcionado”, manifestó el medallista mundial de 21 años, oriundo de Sacatepéquez.
La utopía la ha convertido en una palabra fácil de quebrantar. Cada vez que sale a competir, las ilusiones cobran realidad, mientras él se hace más grande. Puso la vara muy alto y de tarea para el resto, al menos emular o superar su histórica actuación: situar a Guatemala en el mapa de los consagrados.
Durante la ceremonia de homenaje, su técnico, Sergio Tejeda, no pudo evitar presumir a su alumno, y apuntó: “Le ganó a atletas con gran potencia mundial, de Ucrania, Eslovenia e Islandia, entre otros”.
Pero para Vega, esto es solo una meta. Su mayor sueño es figurar en un Campeonato Mundial y ser motivación para los pequeños que se entrenan en la Federación Nacional de Gimnasia.
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