El demócrata Kaine y el republicano Pence arrancaron el debate tratando de explicar por qué están listos para ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos, pero en apenas minutos el debate se convirtió en un festival de interrupciones para defender a los candidatos principales.
Kaine, un senador y exgobernador del estado de Virginia, narró su experiencia en la vida pública y dijo estar listo para apoyar a Clinton, a quien definió como una candidata “más que confiable y altamente calificada” para conducir los destinos del país.
De acuerdo con Kaine, la idea de “Trump como comandante en jefe nos asusta terriblemente”, y añadió que no lograba entender cómo Pence podía “defender el estilo egoísta y ofensivo de Trump”.
Por su parte, Pence, gobernador del estado de Indiana, respondió que es la campaña de Clinton la que usa insultos cotidianamente, en referencia a las críticas constantes de lso demócratas a la candidatura del polémico millonario.
Repitiendo un tema que Trump menciona regularmente en sus discursos, Pence recordó que “enormes porciones del mundo, en particular en el Medio Oriente, están fuera de control” y que la situación que se verifica actualmente en Siria “es resultado de la débil política externa que Hillary Clinton ayudó a conducir” como secretaria de Estado.
La periodista a cargo de la moderación del debate tuvo que hacer un extraordinario esfuerzo durante toda la primera media hora para poner orden en el caótico festival de interrupciones y acusaciones que ambos profirieron.
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