Con el objetivo de vincular esfuerzos, aprovechar las circunstancias en el mercado exterior y fortalecer las condiciones productivas nacionales para lograr un crecimiento incluyente y sostenible, los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía dieron vida al Encuentro con el Migrante 2016, el cual fue inaugurado ayer por el presidente Jimmy Morales.
La finalidad de la actividad, que termina hoy, se enmarca en la Política Económica 2016-2020, recién presentada, explicó el mandatario, y tiene que ver con la reorientación productiva de los ingresos por remesas familiares.
Se espera propiciar que empresarios locales y residentes en Estados Unidos establezcan intercambios por medio de ruedas de negocios, presentaciones de mercancías innovadoras y de mayor valor agregado, así como de conferencias sobre tratados internacionales.
En el Encuentro participan connacionales dedicados a la agroindustria, artesanías, manufacturas, construcción, prestación de servicios y microfranquicias, interesados en mejorar su producción y lograr estándares para la internacionalización de esta.
Con este tipo de iniciativas, el Gobierno busca convertir la migración, que hasta ahora ha sido una respuesta o un paliativo a los problemas económicos particulares de miles de hogares, en un aporte de alcance social que potencie micro, pequeños y medianos emprendedores, los cuales a su vez generen empleos.
Las estimaciones en cuanto al número de guatemaltecos radicados en Estados Unidos van desde 881 mil hasta 1.4 millones, y para dimensionar la importancia de sus contribuciones a la economía nacional basta decir que el año pasado hicieron llegar al país Q51 mi 324 millones y considerar que esta cifra es Q1 mil 599 millones superior al monto recaudado en tributos.
La administración reconoce el gran potencial de estos envíos, que quienes los reciben se dedican principalmente al consumo, y pretende cambiar ese destino y vincularlos a los lineamientos económicos de mediano plazo, para que contribuyan efectivamente a la superación del nivel de vida de la población y al fortalecimiento del Estado.
De esa manera, esta intervención gubernamental tiene la posibilidad de ser generadora de oportunidades para evitar que más personas paguen el alto precio de arriesgar su vida y fragmentar sus núcleos en pos de la sobrevivencia.
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