Entre prevenir o no prevenir, esa es la gran situación que se presenta, hay una línea que se llama excusa.
La Biblia dice que prever el peligro y evitarlo es actuar con inteligencia, sin embargo, todavía se actúa con una absoluta indiferencia ante los riesgos que conlleva no tomar precauciones en el curso de la vida. Se debe crear una cultura de prevención en los hijos que vienen creciendo y necesitan de valores para enfrentar los retos para cuando el copioso invierno de los problemas se den en adelante. Hay muchas aplicaciones y ejemplos variados que deben tomarse en cuenta para la seguridad de una persona y de la familia.
José, el personaje bíblico, que siendo hebreo llegó a ser el segundo en el orden del Gobierno egipcio, estableció una premisa, que cuando hay abundancia hay que guardar para las épocas difíciles, y; sin embargo, hoy vemos que todavía se prefiere lamentar que prevenir, porque no hay ahorro. Se habla de los embarazos no deseados, pero no hay una enseñanza para prevenirlos, y si hay descuido y negligencia, no se orienta a los jóvenes ni se les encauza por el camino correcto, no hay palabras persuasivas para prevenirlos que la soledad, las tentaciones y la rebeldía llegan al punto de destrozarlos desde muy temprano en la vida, porque el éxito de la persuasión la tiene el mal.
Entre prevenir o no prevenir, esa es la gran situación que se presenta, hay una línea que se llama excusa. No se ahorra porque no alcanza para las necesidades básicas, pero hay para el cigarrillo y el licor, la vanidad. Más tarde, “si lo hubiera hecho” es la expresión típica de la impotencia para enfrentar la realidad. En la conversación de los padres con los hijos con problemas de embarazo es “si me hubieras hecho caso”, pero no hubo autoridad, no hubo determinación para no caer, no hubo acción en la esperanza de mejores días. El apóstol Pedro dijo que estemos prevenidos y no nos dejemos arrastrar por el error.
Los inviernos de la vida son copiosos, como son copiosos en la naturaleza. La necesidad en muchos casos llevó a familias a construir casas en las laderas de cerros que se han desplomado, se han desgarrado y han quitado la vida.
La Biblia recoge esta realidad y dice que el hombre insensato construyó sobre la arena, y cuando vino la tormenta su vivienda fue arrastrada. Hay que tomar precauciones, y evitar los peligros naturales y los peligros de la vida, los errores que como humanos se cometen llevan a la tragedia.
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