El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato se sentó este lunes en el banquillo de los acusados en España por dirigir, en su breve etapa como banquero, un sistema corrupto de desvío de fondos.
A su llegada al tribunal en San Fernando de Henares (este de Madrid), fue recibido a gritos de “ladrón” y “estafador” por manifestantes que perdieron sus ahorros en productos tóxicos sugeridos por la entidad que dirigió, Bankia.
Rato, exministro de Economía de 67 años de edad, entró con una cartera en la mano y sin decir nada en el anexo de la Audiencia Nacional, la máxima instancia penal, donde se desarrollará el juicio contra él y otros 64 acusados.
En la audiencia, el exfuncionario de José María Aznar no tuvo ocasión de decir una sola palabra. Se espera que sea interrogado el viernes.
El sindicado está procesado en dos casos más: uno por presunto fraude en la salida de la bolsa de Bankia y otro por presunto blanqueo de dinero por la compra de un hotel en Berlín.
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