Después de haber sido separado de la Selección Nacional de Futsal, junto al resto de su cuerpo técnico, el estratega Tomás de Dios López rompió el silencio y aceptó su responsabilidad en los resultados que llevaron a la bicolor a mostrarse como uno de los conjuntos más débiles del Mundial Colombia 2016.
Con un tono de voz que connotó frustración y molestia, el entrenador francoespañol reconoció que en su episodio como timonel de la bicolor nacional tuvo todo el apoyo que solicitó y que los jugadores hicieron lo que él les encomendó durante cada juego.
“Acepto la máxima responsabilidad, como corresponde a mi cargo. El rendimiento del equipo se tenía que mostrar en el Mundial, cosa que no sucedió, y estoy totalmente insatisfecho”, comentó López, quien, sobre la conjetura de lo sucedido, rescató su satisfacción por haber encaminado a los jugadores en la ruta del profesionalismo.
En cuanto a las decisiones que tomó sin hacerlas del conocimiento de Gerardo Paiz, presidente de la Comisión de Selecciones Nacionales de Futsal, el entrenador argumentó que eran medidas que le correspondían únicamente a él.
“Las decisiones deportivas eran absolutamente de mi incumbencia. No tenía que consultar a nadie”, sentenció.
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