Diecisiete soldados murieron hoy en un ataque de rebeldes fuertemente armados contra una base militar en la parte india de la región de Cachemira, el peor ataque de este tipo en años en esta disputada zona del Himalaya.
El primer ministro, Narendra Modi, condenó el ataque en Twitter, calificándolo de cobarde ataque terrorista, y prometiendo castigar a sus autores.
Ningún grupo ha reivindicado por el momento este ataque, pero India acusa regularmente a rebeldes basados en Pakistán de cruzar la Línea de Control que separa a ambos países para atacar a sus fuerzas.
Los asaltantes, armados con fusiles de asalto y granadas, lograron infiltrarse antes del alba en una base de infantería situada en Uri, donde se encuentran desplegados cientos de militares. Después, abrieron fuego, según un responsable militar.
Cuatro rebeldes murieron durante los enfrentamientos, según un comunicado del ejército.
Se trata del peor ataque cometido desde hace años en esta región, donde estalló una rebelión armada contra Nueva Delhi en 1989 que ha dejado miles de muertos, la mayoría civiles, y llega en un momento de recrudecimiento de la violencia en la Cachemira india.
La muerte el 8 de julio del carismático rebelde Burhan Wani, a manos de las fuerzas de seguridad indias, incendió la región. En no menos de dos meses, 87 civiles han muerto y miles han resultado heridos en protestas contra el gobierno indio.
Con información de AFP.
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