Con el fin de fortalecer el sistema de atención primaria, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) ha instalado equipos de enfermería comunitaria, los cuales atienden consultas, efectúan visitas médicas familiares y laboran con organizaciones locales de la sociedad.
Dichas acciones son piezas clave del Modelo Incluyente de Salud (MIS), que comenzó en 2003 en Guatemala como un proyecto piloto.
La estrategia pasó en 2009 a integrarse formalmente al MSPAS. Actualmente 147 puestos la ejecutan bajo sus 4 perspectivas básicas: derecho a la salud, género, pertinencia intercultural y la relación con el medioambiente.
Lucrecia Hernández Mack, titular de esa cartera, explicó que esta propuesta ha logrado buenos resultados en los indicadores de sanidad; entre ellos una reducción en la tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos, en Rabinal, Baja Verapaz, en donde del 52.3 por ciento de 2014 descendió a un 14.8 por ciento en 2015.
Luis Hernández Azmitia, presidente de la Comisión de Salud del Congreso de la República, indicó que es un método que de por sí es funcional, lo cual han evaluado en la sala de trabajo que dirige. “En una nación multicultural, como la nuestra, es necesario el MIS, instrumento que ya ha sido aplicado en países como Bolivia”, subrayó.
Pertinencia
Una de las bases del MIS es la pertinencia intercultural, que “busca sanar el mal de ojo y empacho, que se refiere a valorar el conocimiento de las personas que han sido legitimizadas por su comunidad, entre ellos terapeutas mayas y comadronas, quienes se dedican a tratar males de todo tipo”, aseguró.
Al respecto, Mario Itzep, del Observatorio Indígena, comentó que es sano retomar la iniciativa, particularmente en el interés de respetar la salud ancestral, práctica que se enfoca más en la prevención, antes que la curación.
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