El mandatario Jimmy Morales expresó ayer el rechazo de la nación al informe presentado el 26 de agosto por la comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), encargada de investigar la muerte del guatemalteco Julio René Alvarado Ruano, de 13 años, ocurrida el 20 de abril a causa de disparos efectuados por elementos de seguridad beliceños.
A decir de las autoridades, el documento no es exhaustivo ni concluyente, y tiene falencias. A esta posición oficial se arribó, con base en las averiguaciones hechas por un grupo integrado a petición del jefe del Organismo Ejecutivo después de que se conociera el documento de la institución hemisférica.
Para la administración, “es un tema de Estado”, “histórico”, relacionado con la “defensa de la soberanía nacional”, que debe ser abordado de manera responsable, según expresaron los funcionarios, y en ese sentido, en el equipo interinstitucional participaron expertos en investigación criminológica, balística y medicina forense, así como de metodologías y procedimientos de fuerzas armadas, entre otras disciplinas.
De tal manera, que la postura nacional se basa en resultados de análisis técnicos y científicos, y en función de estos se solicitará mañana en la sede de la OEA de la capital estadounidense una ampliación de las indagaciones, así como la remoción de quien se mantuvo a cargo de estas, Magdalena Talamás, representante de la Secretaría de la entidad en los asuntos de Guatemala y Belice.
Además, se requerirá que se integre un especialista independiente al comité del caso, en busca de que el reporte final sea incuestionable “y que tenga implicaciones penales”. También se descartó tajantemente que el Gobierno guatemalteco vaya a ofrecer una disculpa por lo sucedido, lo cual sugirió Dean Barrow, primer ministro del territorio vecino.
Hasta la fecha, no menos de 10 compatriotas han muerto a manos de beliceños en la zona de adyacencia, y, pese a la indignación que esta situación provoca, el país se conduce de forma respetuosa y prudente por la vía de la institucionalidad continental; eso sí, en esta ocasión, con un reclamo enérgico de que las acciones se ejecuten con seriedad y que los culpables sean sometidos a la Justicia.
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