El fleco sobre la frente, la camisola y pantaloneta azul arremangadas. Corriendo de un lado a otro, quizá con menos agilidad que hace 15 años, pero siempre con la etiqueta de artillero. Las bromas y risas acicalan las secuelas del amargo empate del viernes contra Trinidad y Tobago.
Ver truncada una vez más las aspiraciones de asistir a un mundial, para el mejor futbolista de un país que se encuentra en el ocaso de su carrera es sinónimo de sufrimiento y una de las principales razones para dar un paso al costado de la Selección, mas no del balompié, ese en el que ha brillado con luz propia.
El juego de mañana contra San Vicente y Las Granadinas en el Estadio Doroteo Guamuch Flores, por la última fecha de la cuarta ronda de eliminatoria mundialista, pondrá fin a la relación de Carlos el Pescado Ruiz con la azul y blanco, pero el romance será eterno, como el de Manuel Recinos, Óscar Sánchez y Juan Carlos Plata.
Complicado
Los trotes sobre el césped de la cancha principal del Proyecto Gol, en la sesión de entrenamiento de ayer, se asemejan al tic tac del reloj. Las historias, en su mayoría brillantes, pero para infortunio del máximo goleador de selecciones (63) en el ámbito mundial, el final no será el de los cuentos de hadas.
“Es muy complicado volver a la Selección. No hay nada más que Carlos Ruiz le pueda dar. Es momento de decir que aquí se cerró el círculo. Sería lindo ver en enero un nuevo proceso”, dijo el Pescado, segundo máximo artillero en eliminatorias (34), a 1 del iraní Ali Daei, récord que intentará batir en su despedida.
A pesar de su repleto historial de triunfos en lo colectivo e individual, Ruiz se irá como un rey sin gloria: su asignatura pendiente será jugar con la azul y blanco en el mayor certamen futbolístico de selecciones en el ámbito mundial, razón por la cual no le halla un sabor a sus dianas con la bicolor.
“No encuentro en ese número de goles algo que me haga sentir bien. No basta que tenga esa cantidad y no los pueda disfrutar”, expresó el ariete.
Ruiz dirá adiós mañana a la Selección, pero deja un gran legado.
Próximo destino
Su partida cobra auge con la posibilidad de fichar con un equipo en el extranjero, y entre las condiciones figura contratarlo porque no será llamado a la Selección Nacional. “El decir sí a esa opción es comprometerme con el equipo a ya no volver a jugar con la Selección”, expuso el 20, sin precisar su próximo destino.
“Retirarme es difícil. Después del partido (contra Trinidad y Tobago) no quería quitarme el uniforme. Cuando sabes que ya no lo vas a portar, es cuando más lo quieres usar”, sentenció un nostálgico Ruiz tratando de disimular su melancolía, pero su voz lo delató.
Se irá amado por muchos, y odiado por otros: los radicales que han encontrado en el futbol la forma de desahogarse, pero que más de alguna vez gritaron a todo pulmón los tantos con la bicolor, 34 en eliminatorias mundialistas.
Pappa se fue
La bicolor se entrenó ayer con miras al choque con San Vicente. Marco Pappa, quien regresó a Estados Unidos, y Cristian Jiménez, expulsado contra los trinitenses, serán los ausentes en el cuadro de Wálter Claverí, que se verá forzado a realizar variantes en su alineación titular.
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