Un grupo de manifestantes que acampa cerca de una reserva indígena estadounidense en Dakota del Norte para resistir la construcción de un ducto de petróleo, se enfrentó el sábado con trabajadores de la empresa constructora, a los que acusan de haber destruido sitios sagrados.
Cientos inconformes enfrentaron a operadores de excavadoras en un área conocida como Cannon Ball, ubicada en el centro de los vastos valles de este estado del norte de Estados Unidos.
La tribu sioux de Standing Rock afirma que el equipo que hace las excavaciones destruyó un cementerio sagrado, centros de oración y artefactos de su tradición cultural, incluso después de que el constructor del oleoducto hiciera una pausa voluntaria en el área disputada, a menos de dos kilómetros de la reserva indígena.
Los manifestantes furiosos rompieron una valla y lucharon con los guardias de seguridad privada, que emplearon gas pimienta y perros.
La tribu, cuya reserva está situada justo al sur de donde la obra cruzará el río Misuri, ha entablado una batalla legal para detener el proyecto, pues pondría en peligro el agua potable y destruiría sitios históricos de su comunidad.
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