El francés Marc Riboud, fallecido el pasado martes a los 93, formaba parte del grupo de fotógrafos cuyas imágenes son mundialmente conocidas, como Fille à la fleur (Muchacha con flor), que muestra a la activista estadounidense Jan Rose Kasmir cuando tenía 17 años, quien rindió homenaje el miércoles al artista que la convirtió en un símbolo del pacifismo.
Su mirada era inusual porque era capaz de captar mágicos instantes de gracia, como en su Peintre de la Tour Eiffel (Pintor de la Torre Eiffel), que parece danzar en medio de las viguetas metálicas por encima de París, pincel en mano. Una foto convertida en ícono de la capital francesa, dijo Kasmir.
Su historia
Nació el 24 de junio de 1923 cerca de Lyon en una familia de 7 hijos, hermano de Antoine, futuro fundador y presidente del gigante del sector agroalimentario Danone, y de Jean, que presidirá Schlumberger (empresa de servicios petroleros), Riboud comenzó a hacer fotos a los 14 años con una cámara Vest Pocket negra utilizada por su padre en las trincheras.
Su trabajo fue conocido cuando vendió el negativo de la pieza del Pintor de la Torre Eiffel a la revista norteamericana Life en 1953, en ese entonces treintañero, procedente de una familia de la burguesía de Lyon, fue ordenado fotógrafo y se unió a Henri Cartier Bresson y Robert Capa, quienes lo invitaron a integrarse a la prestigiosa agencia Magnum.
Larga trayectoria
En 60 años de carrera, sus fotografías han sido publicadas en numerosas revistas como Life, Geo, National Geographic, Paris Match o Stern.
Filosofía
“La mayor parte del tiempo miro, me paseo, he paseado mucho”, resumía. Luciendo melena blanca y de talante bromista, defendía su singularidad. “Yo no soy un fotoperiodista, tampoco un artista, soy fotógrafo, eso es todo”, repetía. Añadiendo, “no soy siempre bueno, pero lo intento”.
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