Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil, tras un fallo en el Senado que puso fin a 13 años de gobierno de izquierda.
“Una mayoría de 61 senadores se pronunciaron en favor del sí”, expresó el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, a cargo de supervisar el juicio político contra la ahora expresidenta. Bastaban 54 votos (dos tercios de los 81 senadores) para que fuera condenada.
En una sorpresiva decisión, los representantes decidieron mantener el derecho de la destituida a ocupar cargos públicos.
La dirigente fue suspendida en mayo, tras ser acusada de manipular las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014 y continuar con esa práctica al año siguiente.
Discurso
Después de la votación de los 81 legisladores, convertidos en una especie de Gran Jurado, el vicegobernante Michel Temer, de 75 años, asumió la presidencia, y en su primer mensaje al frente del Ejecutivo dijo: “Hoy inauguramos una nueva era”.
Él prestó juramento ante el Parlamento antes de viajar a China, para la cumbre del G20 que se efectuará este fin de semana, en el que pretende participar ya con el título oficial de jefe de Estado.
Resultado
El voto cerró una sangría política que desde hace 9 meses mantiene en vilo a la mayor economía de América Latina.
El Senado consumó un golpe de Estado, que fue orquestado por Temer, denunció Rousseff.
“Este proceso es una farsa, farsa, farsa”, declaró el senador Linderbergh Farias, quien ayer expresó en el hemiciclo: “¡Canallas, canallas, canallas!”
El Gobierno de Venezuela anunció el retiro de su embajador y Ecuador el de su máximo representante en Caracas.
Entre tanto, en Washington, los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, más conocida como ALBA, condenaron la remoción ante la Organización de Estados Americanos.
Deja un comentario