En las calles de Trinidad y Tobago se celebra la autonomía. Han pasado 54 años (31 de agosto de 1962) desde su independencia del Reino Unido. Festividades por doquier conmemoran el histórico suceso, pero existe un temor: ser conquistados, esta vez en el ámbito futbolístico por la Selección de Guatemala.
Mientras ellos celebran, la bicolor estudia a fondo la estrategia para plantar una batalla que le permita someterlos, despojarlos de sus aspiraciones y continuar su andar hacia el Mundial de Rusia 2018. La sed de triunfo se alimenta con los recuerdos que evoca el partido de la primera jornada, cuando sucumbió 1-2.
Y esa ambición para la azul y blanco por hacer suyas las islas cobra aún más fuerza si se trae a colación aquella derrota 3-2 en 2005, rumbo a Alemania 2006, que a la postre la privó de la repesca contra Baréin y seguramente de la clasificación a su primera justa mundialista.
El ejército de futbolistas guatemaltecos ha entrado en acción con la invasión a las tierras caribeñas, en espera del momento oportuno para ejecutar el ataque, frente a un contrincante que se caracteriza por la potencia y velocidad de sus armas, principalmente la de Kenwyne Jones, la más experimentada.
Pero la algarabía por el aniversario de la independencia trinitense contrasta con el recelo que genera tener al rival en casa y al máximo artillero del ámbito centroamericano, Carlos el Pescado Ruiz (61), quien ha dado muestras de que su puntería sigue vigente.
También resalta la presencia de otro general, que tendrá la misión de surtir de artefactos a la vanguardia: José Manuel Contreras, quien espera poner de manifiesto su creatividad y aportar su cuota para concretar la faena.
“Quedan pocas horas para el duelo; será muy trascendental. Pensamos que podemos ganar y cerrar el pase a la hexagonal en nuestro país. Ojalá que mañana hagamos un partido perfecto”, exteriorizó el Moyo.
Darle el primer batacazo al líder del grupo es el objetivo que se ha propuesto el técnico Wálter Claverí, quien cuenta con una infantería que incluye 5 legionarios, que están obligados a sacar la casta y que se prevé lucharán a capa y espada para no cargar con un fracaso más. En concreto, la misión para la Selección de Guatemala representa conquistar a Trinidad y Tobago, dándole un tiro fulminante que otorgue el billete para la hexagonal final y mantenga el sueño de llegar a su primer mundial.
Sin guardarse nada
Plagado por jugadores que militan en el extranjero, Trinidad y Tobago anhela hacer valer su condición de local para superar a Guatemala y convertirse en “inspiración para la nación”, según el centrocampista Kevin Molino.
“Ellos vienen a buscar el resultado, que es lo único que les sirve, pero estamos confiados en obtener la victoria”, añadió Molino.
Los soca warriors, dirigidos por Stephen Hart, completaron su plantel el lunes y se entrenan en el Estadio Hasely Crawford, sede del crucial enfrentamiento de mañana.
“Tenemos que tratar de acabar con ellos de forma rápida, y dar a la gente algo que celebrar, y no tener que dejarlo para el último partido de la ronda”, manifestó Kevan George.
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