En el caso del sector minas y canteras, Paulo de León, director del Central American Business Intelligence (CABI), quien ayer presentó un estudio relacionado con esta actividad, explicó que con un peso del 0.9 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), genera el 17 por ciento de las ventas al exterior.
“Las exportaciones del sector representan US $900 millones (Q6.7 millardos) al año”, comentó el economista.
En el primer semestre de este año, la industria extractiva inyectó a la economía US $648 millones 29 mil 340 (Q4 mil 892 millones) correspondientes a la exportación de 24 productos, entre los que destacan plomo, metales preciosos y semipreciosos, así como hierro y acero, según cifras del Banco de Guatemala (Banguat).
Mario Orellana, presidente de la Gremial de Industrias Extractivas, manifestó que estos ingresos son generados en mayor medida por Mina Marlín, que extrae desde 2005 oro y plata; Compañía Guatemalteca de Níquel, con el procesamiento de níquel, y Mina San Rafael, con plata.
Ganancias
El estudio de CABI revela que el sector obtiene entre el 20 y 30 por ciento de ganancias, las cuales en 2014 ascendieron a Q1.4 millardos, sin el pago de impuestos.
En este sentido, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales refiere que el valor agregado de esta actividad se triplicó en 2014 con relación a 2006, pasando de Q3 mil 269.1 millones a Q10 mil 512 millones, cifra que permitió que la contribución del PIB alcanzara el 2.83 por ciento.
De León aseveró que el pago de impuestos que realiza esta industria al Estado, entre lo recaudado por el fisco y otros ingresos no tributarios representan Q900 millones al año.
Sin embargo, el aporte que percibe el Estado por concepto de regalías en el caso de oro, plata y platino podría pasar del 1 al 10 por ciento, si el Congreso aprueba la iniciativa de ley de recuperación de la capacidad fiscal del Estado, que impulsa el Ejecutivo.
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