La Asociación Nacional de Ciegos celebra su 50 aniversario.
En agosto de 1966, un grupo de 20 personas ciegas, con entusiasmo y enfocado en la promoción y defensa de sus derechos, conformó la Asociación Nacional de Ciegos de Guatemala, organización que arribó este 2016 a 50 años de productiva labor, en medio de grandes esfuerzos, pero con la firme convicción de alcanzar mejores condiciones de vida para sus asociados, que a la fecha supera las 700 personas, constituyéndose en una de las organizaciones con mayor representatividad.
Con ímpetu y toma de conciencia de sus fundadores, la Asociación inició con acciones de amplio alcance para los asociados, ya que formaron la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Lucía, un programa de auxilio póstumo de gran beneficio y la educación primaria para ciegos adultos, que ha permitido la formación escolar de personas con discapacidad visual que por diversas circunstancias no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela.
A través de la cooperativa muchas personas han logrado constituir microemprendimientos, comprar o construir una vivienda, cubrir gastos de emergencia, pero sobre todas las cosas, impulsar y afianzar un proyecto de solidaridad, ejemplo de unidad y desarrollo para los países de la región americana, ya que en cursos, seminarios y encuentros regionales de formación económica y empleabilidad, ha sido tomado como modelo a seguir para la promoción laboral.
Es la asociación que tiene el mérito de haber iniciado con la organización y promoción del deporte recreativo para personas con discapacidad visual, lanzándose a la difícil tarea de coordinar los juegos más antiguos para deportistas ciegos y de baja visión en futbol, atletismo, goalball y otras disciplinas que en Río 2016 se desarrollaron en su XXXI edición, juegos que han significado alcanzar parámetros para la clasificación de atletas ciegos a eventos internacionales.
En los años 80, integrantes de esta asociación junto a líderes de otros movimientos lograron la inclusión de las personas ciegas en los comicios electorales de la nación, que hasta ese entonces era casi nula; asimismo, promovieron la firma de un convenio habitacional con la entidad estatal que tenía a su cargo este programa, para que un 5 por ciento de todo proyecto de vivienda fuera asignado o adjudicado a núcleos familiares que entre sus miembros tuvieran a personas ciegas, un proyecto que no ha tenido el seguimiento que la necesidad demanda.
Debe admitirse que la Asociación ha tenido grandes logros y conquistas, que aún tiene muchos desafíos por resolver, en los que la principal dificultad será siempre la carencia de recursos, pero con la participación y compromiso de todos quienes le conformamos, seguirá marcando el paso en la promoción de nuestros derechos, demostrando que la unidad de criterios y esfuerzos será la alternativa que nos llevará a superar muchas de las dificultades que enfrentamos en la vida diaria.
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