Tras 5 años de intenso debate científico, un nuevo estudio liderado por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (Stri, por sus siglas en inglés) intenta acabar las dudas: Panamá emergió de las aguas como un puente entre el norte y sur de América hace 2.8 millones de años.
A finales de la década de 1980, un grupo de científicos del Stri, dirigido por Anthony Coates y Jeremy Jackson, estableció que el surgimiento de ese territorio se había registrado hace 3 millones o 3.5 millones de años.
En 2011, la revista New Scientist publicó el artículo United Plates of America (Las placas unidas de América), en el que los investigadores Camilo Montes, David Farris y Carlos Jaramillo daban a conocer que los fósiles extraídos por el equipo del Instituto durante los trabajos de expansión del Canal de Panamá mostraban que ese istmo tenía en realidad entre 10 y 23 millones de años.
El reciente estudio, de acuerdo con un reportaje publicado en La Prensa, evaluó al detalle todas las líneas posibles de análisis, una labor sin precedentes desarrollada por el Stri y otras 23 instituciones vinculadas a la ciencia en América y Europa.
Los resultados fueron compartidos en un artículo que se incluye esta semana en la revista Science Advances.
Se verificaron los registros de fósiles marinos y terrestres de rocas volcánicas, así como los genes de animales acuáticos divididos tras la llegada de ese terruño, apunta Aaron O’Dea, geólogo inglés del centro de investigación.
Escudriñando el origen
Cuando O´Dea sustenta los resultados del nuevo estudio, empieza por definir la palabra istmo: una franja de suelo que une dos territorios antes separados por el agua. En el caso de dicha nación, las muestras geológicas, oceanográficas, genéticas y ecológicas indican que Panamá dividió las aguas del Pacífico y el Atlántico.
Carlos Jaramillo, geólogo del Stri y uno de los responsables de la hipótesis de que el país podría tener hasta 23 millones de años de antigüedad, señala que la evidencia que sustenta el nuevo estudio no es suficiente y que están preparando un artículo al respecto para difundirlo también en Science Advances.
Sin embargo, O´Dea adelanta que planean publicar al menos dos artículos más sobre el nuevo hallazgo en diferentes revistas científicas.
En busca de la respuesta
Había mucha confusión en la comunidad científica mundial que estudia los procesos evolutivos, comenta O´Dea. Desde 2011 se decía que el istmo panameño tenía en realidad 6, 10, 15, 22 o 23 millones de años.
Según el reportaje de la revista, reproducido por La Prensa, biólogos, ecólogos, paleontólogos, oceanógrafos y otros profesionales de la ciencia en América y en Europa preguntaban por la fecha correcta del surgimiento de Panamá.
Entonces, O´Dea del Stri y científicos de otras 23 instituciones empezaron la búsqueda de la respuesta que acabara de golpe con la confusión.
Por separado, gente que estudia animales terrestres y marinos, algunos que estudian los mares, otros cuyo campo son los genes, volcanólogos, geólogos y personas con mucha experiencia en la ciencia, analizaron las muestras y las reunieron para ver qué podía decir en conjunto toda esa información, describe O´Dea. Y todo coincide en una edad aproximada: 2.8 millones de años.
El geólogo Anthony Coates explica: “Las estimaciones de las tasas del cambio evolutivo, los modelos de los océanos mundiales, el origen de la fauna y flora modernas de las Américas y la formación de los arrecifes del Caribe, son solo algunos campos de estudio que dependen de la información de cómo y cuándo se formó Panamá”.
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