Un Antigua GFC anormal saldrá esta tarde a tratar de recomponer la plana en el ámbito internacional cuando visite en el Estadio Cuscatlán a Alianza, de El Salvador, por la Liga de Campeones de la Concacaf.
Para los coloniales, la situación no marcha bien. En la primera jornada cayeron (3-0) por errores puntuales frente al estadounidense New York Red Bulls y su continuidad está en riesgo.
El choque contra los paquidermos salvadoreños supone ser un juego de vida o muerte para los aguacateros, que están obligados a sumar para no despedirse tempranamente de la contienda.
Uno de sus problemas más comunes son las falencias en la zaga, en la que sus elementos no han encontrado la sincronización adecuada y hoy no contarán con el suspendido Sixto Betancourt.
Además, el técnico Mauricio Tapia tampoco ha hallado solidez en el conjunto y emular las actuaciones que lo llevaron a conseguir el título en 2015, y por ello en cada partido alterna su cuadro titular.
No obstante, el balance de su contrincante no es el mejor. El fin de semana registró su segunda victoria en 5 cotejos solventados, al imponerse con lo mínimo al Dragón; ha perdido los otros 3.
Pero la condición de local hace que los salvadoreños sean favoritos y quienes propongan un estilo de juego ofensivo en el que sus principales cartas son Óscar Guerrero y Rodolfo Zelaya.
Agustín Herrera es una de las fortalezas en la delantera colonial y la victoria sería un buen antídoto para la irregularidad de los antigüeños, que posteriormente jugarán sus dos encuentros en casa, y por ahí podrían terminar de surcar el camino de la fase de grupos.
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